Practicar sexo se considera la acción más natural del mundo, pero a muchas personas les ocasiona gran preocupación cuando detectan algún tipo de problema en esta área, ¿te has planteado alguna vez por qué ocurre esto?
Parece que muchas parejas atraviesan momentos en su relación en los que el sexo parece ser un compromiso, y acaba convirtiéndose en un motivo de consulta muy concurrente en terapia. Es importante dejar claro que la actividad sexual dentro de una pareja suele ser fluctuante. Es un área especialmente sensitiva a los cambios que se producen en la persona o en el entorno, por ejemplo, si se atraviesan problemas en la dinámica de pareja, estrés laboral, enfermedades, hijos… muchas veces estos factores acaban generando un impacto en el área sexual.
Cuando se detectan problemas en esta área, es importante tomar consciencia de ello, para posteriormente comenzar a abordarlo.
¿Cuáles son los principales problemas sexuales?
Los diferentes problemas sexuales que podemos encontrar son:
- Insatisfacción sexual
- Problemas de excitación sexual o deseo
- Menopausia
- Dolor en el sexo (dispareunica, vaginismo)
- Problemas en el orgasmo (eyaculación precoz, anorgasmia)
Pérdida de la libido es el término utilizado por los especialistas para describir la pérdida del deseo sexual. Es uno de los temas que más me encuentro en consulta. Tanto los hombres como las mujeres pueden verse afectados y es un síntoma muy común. Me encuentro muchas veces con personas que evitan los contactos sexuales con su pareja debido a la ausencia de deseo sexual, experimentando gran culpabilidad y malestar por no satisfacer a su pareja en este área.
Hay que tener en cuenta que el síntoma puede aparecer de forma repentina o gradual. Las razones por las que alguien ya no tiene ganas de tener sexo pueden ser muy diferentes. A pesar de que el síntoma es la parte visible de lo que nos ocurre y lo más incómodo en nuestro día a día, en la terapia es imprescindible entender su origen.
¿Cómo detectar problemas sexuales?
Detectar los síntomas que pueden estar indicando que existe un problema sexual no suelen ser difíciles de identificar. A lo largo de mi experiencia profesional me he dado cuenta de que la dificultad que encuentran muchos personas no es en la identificación del problema, sino la de dar el paso de ir a terapia y solicitar ayuda. Existen muchas resistencias a pedir ayuda cuando hay una dificultad en el plano sexual, normalmente ligada a la vergüenza, haciendo que el problema se mantenga en el tiempo.